La cuenca la Cuenca del Río Agabama en la zona central de Cuba está compuesta por tres unidades ambientales diferentes asociadas a la Cuenca, constituyendo un sitio significativo para la conservación de la biodiversidad. En su totalidad abarca 26,013 ha, incluyendo el área marina. El área de actuación se compone por la llanura interfluvial Guarabo-Agabama que incluye la Península de Ancón con aproximadamente 13,000 ha, está asimilada por diversas actividades económicas y presenta centros de biodiversidad muy importantes. Esta unidad ambiental constituye un centro de endemismo florístico donde se desarrolla el bosque siempre verde sobre sustrato arenoso en Cuba y es el hábitat de plantas acuáticas carnívoras de distribución restringida en el territorio nacional. Otra gran unidad ambiental que abarca el área de intervención en su porción oriental, es el tercio inferior del Río Agabama con unos 10,000 ha de extensión. Se desarrolla como un sistema lagunar deltaico y tiene una gran importancia al ser sitio de tránsito de aves migratorias. El delta es un ecosistema de tránsito entre la tierra firme y la plataforma costera sumergida y juega un papel importante en la circulación de energía en el área. Ha sido una zona prácticamente inexplorada hasta la fecha y es uno de los cinco sistemas deltaicos de Cuba. Por último, la gestión ambiental de la biodiversidad marina dentro del proyecto corresponde al área de plataforma de mar oceánico que abarca sectores de la Zona Sur Central entre la desembocadura del Río Cabagán, y la desembocadura del Río Agabama, siendo esta última una propuesta de Área Protegida de significación territorial con 3,013 ha. Dentro del área se conocen referencias de sitios de agregación de desove de pargos y meros así como rutas reproductivas de varias especies de alta significación económica. Esta zona ha sido muy pobremente estudiada.
A pesar del reconocimiento a los valores existentes, en las áreas se observa una fuerte actividad antrópica vinculada a la falta de un adecuado ordenamiento ambiental que sustente los procesos de planificación territorial en las actividades económicas, que de modo particular son muy fuertes en el ámbito del turismo y la agricultura, a lo que se añade el vertimiento de residuales que acentúa el deterioro de los ecosistemas, fundamentalmente el de manglar en el borde costero Agabama-Ancón. Todo esto, acentuado por las perturbaciones derivadas del cambio climático, afecta la integridad ecológica de los ecosistemas en el área demostrativa en cuestión.
El proyecto permitirá la restauración de los paisajes mediante la creación de propágulos y la creación de viveros de las especies vegetales autóctonas que garantizan la restauración de los valores de biodiversidad en las diferentes unidades ambientales. Favorecerá además la vinculación de la biodiversidad no solamente a espacios naturales sino evaluando el papel de los paisajes como ecosistemas manejados para la agricultura, ganadería, silvicultura, pesca, e incluso con una contribución modesta de los ámbitos urbanos.